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“LA HISTORIA ES CIRCULAR” Cecilia Vicuña inaugura su muestra en el Bellas Artes después de 50 años sin exponer en Chile.

La destacada artista chilena Cecilia Vicuña, inauguró en el Museo Nacional de Bellas Artes “Soñar el agua. Una retrospectiva del futuro (1964-)” donde conversó sobre su obra y los actuales aconteceres de un país que poco sabe de su reconocido trabajo a nivel mundial.

“La sola existencia de este museo es un acto de resistencia”

Es parte de lo que comenta Cecilia Vicuña en medio del significativo momento que fue la inauguración de su obra “Soñar el agua, una retrospectiva hacia el futuro”  en el Museo Nacional de Bellas Artes, el pasado 11 de mayo. La exposición repasa 60 años de la reconocida artista visual chilena, poeta, ecofeminista y precursora del arte precario y del arte conceptual, en alrededor de 200 piezas artísticas entre las cuales destacan tanto obras públicas y privadas, como pinturas, archivos, documentos y registros audiovisuales.


Una retrospectiva por la obra de la destacada artista de renombre internacional que desde los 20 años usa su sensibilidad y creatividad para entregar mensajes potentes en un Chile atravesado por los oscuros pasajes de la dictadura y a raíz de lo cual no volvió a exponer durante 50 años.


Varinia Brodsky Directora (S) del Museo Nacional de Bellas Artes y Cecilia Vicuña en el Quipu Menstrual. 11 mayo 2023

Lo remarcable de esta instancia histórica es la vuelta a exponer -50 años después- en su país natal que muy poco sabe de quien fuera la primera chilena en recibir el premio León de Oro a la Trayectoria en la Bienal de Venecia, además de ser reconocida con distinción Doctor Honoris Causa a manos de su alma mater, la Universidad de Chile, y que fue elegida para integrar la Academia de Artes y las Letras de Estados Unidos.

Hoy es un día muy especial para el Museo de Bellas Artes que puede, por fin, reconocer públicamente desde esta institución y del país a Cecilia Vicuña. Estamos muy orgullosas y orgullosos de este trabajo. Este es un sueño que se venía persiguiendo hace mucho tiempo y luego de este reconocimiento global a Cecilia, por fin este país, da pie para apoyar al museo y realizar esta exposición. Es parte de la misión del Museo poner en relevancia a las mujeres fundamentales para el arte y la historia de Chile y Latinoamérica”

Varinia Brodsky
Directora (S) del Museo Nacional de Bellas Artes


LA HISTORIA ES CIRCULAR

Ver a la artista hoy y con el privilegio de estar acompañada de su madre, hace imposible no recordar que varios años atrás ella fue quien acompañó a, en ese entonces una joven, Cecilia Vicuña junto a jardineros de Santiago, a llenar la sala del mismo Museo Nacional de Bellas Artes con hojas secas de parques de la ciudad, en su primera muestra que denominaría  Otoño.

Registro de Intervención OTOÑO, Cecilia Vicuña 1972, Museo Nacional de Bellas Artes

“Entré a este museo por primera vez, probablemente, en 1970, cuando era director Nemesio Antúnez. En ese tiempo, Nemesio Antúnez salió en las cadenas de televisión chilena anunciando que tenía como objetivo entregar herramientas que faciliten la integración del arte en los jóvenes, y que para eso abriría las puertas del Museo Nacional de Bellas Artes”.

“No alcancé a decir nada porque me preguntó ¿y tú quién eres? Yo le dije soy Cecilia Vicuña y él me dijo ‘yo te he leído en Nueva York’. Era ese Chile, donde Nemesio Antúnez podía ser director. Probablemente, era el país más avanzado del planeta, el país más admirado, porque había generado una revolución democrática sin violencia”. Continuó la artista, quien nos lleva a reflexionar en esas memorias de lo que fue un país con mucho potencial y todo lo que eso significó, incluyendo la oportunidad de exponer a los 20 años en el museo más importante de Chile, como también su exilio y el ingrato poco renombre nacional.

En la actualidad, Cecilia se pregunta cómo se pasó de esa admiración que otros tenían por el país, a lo ocurrido en las últimas votaciones. “Hay medio siglo de retrocesos. Hoy iniciamos la vuelta del círculo, porque cuando hay un retroceso muy intenso tiene que haber un renacer”.



MENSTRUACIÓN Y ANCESTRALIDAD.
“Nada es más cósmico que la menstruación” 

La primera obra de la exposición que nos recibe en el hall de entrada del museo, es el quipu de color rojo llamado Quipu Menstrual, la Sangre de los Glaciares. Una enorme infraestructura en el centro del salón que representa la belleza del cuerpo humano y la menstruación bajo la forma de un gran QUIPU, nudo en quechua y antiguo sistema andino de “escritura” o anotación mediante cuerdas anudadas, usado tanto para llevar cuentas y estadísticas, como para contar historias, cantar poemas orales y/o registrar los derechos y responsabilidades comunales.

Este quipu hecho a base de fibras de lana teñidas en tonalidades rojas cruza del cielo a la tierra, el centro del Museo Nacional de Bellas Artes. Como un flujo de sangre, de las mujeres, del ciclo y de la continuidad. Esa vida cósmica, pero también terrestre llena de cristales, que son los sueños colectivos de la obra de Cecilia Vicuña, que como dice su curador Miguel Á. López, “se puede ver lo colectivo en todo el recorrido de la exposición y de la obra de los 60 años de la multifacética poetisa Artista Cecilia Vicuña”.


Subí a la sombra de un cóndor
tejiendo un hilo solar.
“Re
   cuerda
               (me dijo)
La unión de la sangre
y el agua”
“La sed del glaciar.

(extracto) Cecilia Vicuña
Nevado del Plomo, Chile
15 de enero 2006

Parte de la presentación del Quipu Menstrual incluyó cantos rituales por parte de la artista, quien además comentó reflexiones acerca de la obra:

“El Quipu se presenta en mí, se presenta en mi espíritu, en mi alma, así: ¡Paf! ¡Cae como un rayo y yo lo veo!, y a partir de eso tengo que organizar, es una forma de organizar el sueño, entonces invito a toda una multitud de personas. En la creación del Quipu han participado mínimo 50 personas y todas estas personas se coordinaron para llevar a cabo una imagen que ha sido enviada por un sueño.
Entonces este quipu ES UN SUEÑO HECHO REALIDAD”.

Además, la destacada artista menciona lo significativo que es para ella esta presentación ya que su bisabuelo Carlos Lagarrigue, fue uno de los primeros directores del museo y hoy “está presenciando el nacimiento del Quipu y el Quipu significa un cambio de paradigma en la cultura de Chile”.




TODOS SOMOS MESTIZOS

Al consultarle a la artista por su mirada para con la memoria ancestral, aludiendo a su muestra Quipu Menstrual y sus reflexiones en torno a que los pueblos ancestrales se basan en el oír, Cecilia Vicuña nos comenta:

“Todas, todos y todes. Los que nos definimos como mujeres o que nos definimos como hombres, los auto creados, todos somos mestizos. Nosotros llevamos una cultura ancestral milenaria que existió en estas tierras hace mucho más de 10.000 años. Cada vez se descubre la increíble inteligencia y sabiduría con la que nuestros pueblos ancestrales vivieron e incluso nuestras líneas europeas. 

Yo valoro tanto mi línea paterna que es europea porque en realidad los europeos también fueron pueblos originarios como los africanos, todos venimos de África. Entonces lo maravilloso que la ciencia ha descubierto es que todos, a través de nuestra memoria celular y a través de la memoria no genética, sino epigenética, que es la memoria cultural. Es decir, lo que tu mamá amó te afecta a ti cuando tú estás en su útero, ¡eso es maravilloso! Entonces la responsabilidad que tiene cada ser humano que va a transmitir una sensibilidad, eso es lo más poderoso e importante.

Y de todos los sentidos el primer sentido que se crea en el feto es el oído y qué hace ese feto: Oye el corazón, oye el corazón de su madre y su propio corazón. Entonces ese oír al corazón es lo que le falta a la humanidad para ser humana otra vez”

De esta forma, y a través de todo el recorrido de su obra, la artista nos invita a resonar con la colectividad humana, desde el rescate de nuestra memoria más antigua para conectar desde el corazón con lo ancestral y con lo humano, a fin de volver al origen, a lo esencial; como lo menciona su obra, en retrospectiva hacia el futuro, desde una mirada creativa y en pos de la materialización de los sueños que poseemos como colectividad, sueños de una sociedad más justa, más amorosa, más humana

“Hay algo muy bello en el trabajo de Cecilia, que no solamente es vanguardista por este impulso indomesticado de crear completamente fuera de toda categoría, sino también porque su trabajo es un llamado a la articulación de lo social, al encuentro de los cuerpos. Es una obra que está llamando a que los cuerpos estén juntos, pensando en colectividad, eso lo vamos a ver en toda la muestra.
Esa es la belleza de esta muestra, que nos recuerda que el arte es capaz de generar un cambio a partir, justamente, de llamar, de que nuestros cuerpos son interdependientes, son vulnerables, se reconocen, se tocan, se desean, y a partir de ese encuentro un mundo nuevo surge”
, explica el curador de la muestra, Miguel López.


¿Cuándo?
Desde el 11 de mayo hasta el 03 de septiembre
¿Dónde?
Museo Nacional Bellas Artes
¿Cuánto?

Entrada liberada

             

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